Amplía los canales, diversifica la enseñanza

Si todas las personas somos distintas, ¿no deberían serlo también los métodos pedagógicos y de enseñanza en las aulas?
Imaginemos por un momento que únicamente nos pudiéramos comunicar de manera escrita, o solo a través de gestos. Imaginemos que en nuestro interior hay un mundo lleno de ideas, pensamientos y emociones que queremos compartir, solo que no sabemos manejar el canal que tenemos que utilizar para compartirlos.
Ahora imaginemos que nos hablan únicamente con imágenes, y que solamente entendemos la mitad del contenido. Imaginemos que nos exigen que comprendamos la realidad de una forma totalmente diferente a la que realmente lo hacemos. ¿Cómo te sientes al pensar en estos supuestos? ¿Y qué opinas si te digo que hay miles de niños en el mundo que sufren estas hipótesis todos los días? Sí, en pleno siglo XXI. ¿Sabes a quiénes me estoy refiriendo?
A todos aquellos alumnos que tienen necesidades educativas especiales o, mejor dicho, distintas a las de la mayoría. Y no solo a ellos, también a todos los niños a los que se les educó con el refrán de “la letra con sangre entra”. Abramos los ojos, somos diversos, y no existe un único método de enseñanza que se pueda aplicar a los 2.200 millones de niños que hay en el mundo. Debería de ser una responsabilidad intrínseca a la profesión docente la de adaptar el mensaje al canal de cada alumno, con el fin de que la información llegue y pueda ser devuelta, con el objetivo de fomentar el desarrollo pleno e íntegro de cada niño.
Actualmente los docentes y educadores disponemos de una inmensa cantidad de recursos y herramientas para facilitar el acceso a la educación y al aprendizaje de cualquier persona, y los avances en las TIC han incrementado nuestras posibilidades.
Sabemos que los niños con TEA se comunican de forma más eficaz a través de pictogramas; o que aquellos con parálisis cerebral pueden suplir algunas de sus limitaciones utilizando un ordenador y ciertos programas específicos. Hemos visto en varias ocasiones que las personas con discapacidad auditiva, visual, psíquica, física, etc. han conseguido increíbles avances gracias al uso de las TIC.
Asimismo, la escuela no debe limitarse al conocimiento académico curricular, sino que también debe propiciar la adquisición de habilidades blandas, de una sinergia de habilidades, valores y conocimientos que optimicen la integración de la persona en la realidad exterior a la escuela. Por tanto, puesto que disponemos de los medios y recursos, apelo a la responsabilidad de todos los docentes para hacer uso de ellos, para facilitar la comprensión y la comunicación entre docentes y alumnos, y para hacer más sencilla la vida a aquellas personas que, de por sí, se enfrentan diariamente a canales y mensajes comunicativos que no entienden. Si  lo hacemos, no solo crecerán ellos, lo haremos todos.





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